sábado, 7 de junio de 2008

Bernini en éxtasis



Quizás sea Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) la figura más importante del Barroco, no sólo italiano sino internacional. Bernini se dedicó a la arquitectura, donde encontramos obras de notable interés. Sin emabrgo, fue en la escultura donde destacó por encima de sus contemporáneos, y junto a Miguel Ángel y Rodin compone la tríada de los tres escultores más reconocidos de la Historia del Arte.

Desarrolló su labor creativa en la Roma del siglo XVII. Una ciudad absolutamente dominada por los pontífices de la Iglesia Católica, que pusieron especial empeño en patrocinar obras artísticas de envergadura, para lo cual contaron con los creadores más importantes del momento, algo que venía ocurriendo ya desde el siglo XVI, con las aportaciones de Miguel Ángel y Rafael, entre otros grandes artistas. Desde Urbano VIII a Alejandro VI, pasando por Inocencio X, todos contaron con Bernini para la realización de obras arquitectónicas y escultóricas, así como para monumentos y fuentes. Recordemos que también fue el responsable de una de las plazas más hermosas del mundo, la Plaza de San Pedro del Vaticano. Un logro arquitectónico y urbanístico de calidad incontestable.

La figura de Bernini fue por tanto absolutamente estelar en su época, hasta tal punto que su talento eclipsó casi por completo al resto de escultores que intentaban abrirse paso en la Roma del seiscientos. Su producción escultórica, realizada en bronce y muy especialmente en mármol. es amplia y espectacular. Sin duda alguna, una de sus realizaciones más conocidas es el Éxtasis de Santa Teresa que podéis ver en la imagen, obra relacionada con la Beata Ludovica Albertoni. Pero aquí hay que hacer una aclaración. Y es que en este caso no estamos simplemente ante una escultura. Recordemos el concepto de la teatralidad tan ligado al mundo del Barroco. Este grupo escultórico no se concibe por tanto aislado, sino que forma parte de un conjunto que pone en práctica la unión de todas las artes. Ese conjunto no es otro que la Capilla Cornaro de Santa María della Vittoria, en Roma. Allí estuvo trabajando Bernini de 1647 a 1652. El grupo central reproduce el instante previo a la transverberación, en el que el ángel dirige su flecha hacia la santa, que levita sobre una nube. El rostro de Santa Teresa aparece completamente entregado al amor divino. La sensualidad que transmite es tal que ha sido a veces puesta en relación con representaciones de carácter erótico. Las vestimentas caen formando pliegues angulosos muy propios de la época. Pero donde verdaderamente se manifiesta el carácter barroco y teatral es en el foco de luz que entra desde la cúpula, iluminando todo el conjunto y favoreciendo así los contrastes lumínicos, matizados por el dorado de los rayos situados tras la escultura. El escultor parece decirnos que el amor de Dios está entrando por la ventana para poseer por siempre a Teresa de Ávila. Y este hecho es sumamente interesante, porque consigue un efecto escenográfico que se convierte en intemporal desde el mismo momento en que es creado. Dicho de otro modo: Cada vez que un espectador presencia la escena, la luz entra por la ventana. Santa Teresa está siempre en éxtasis. Así introduce de lleno al espectador. Por si fuera poco, a ambos lados de la escena aparecen representados los testigos del milagro, entre los que se encuentra el Cardenal Francesco Cornaro junto a algunos de sus familiares, consiguiendo por tanto lo que se ha venido en llamar una obra de arte total.

Una obra para la humanidad, más allá de religiones.

Web para ver otras obras de Bernini, pulsa aquí

Os animo a ver este vídeo, muy recomendable para quien quiera apreciar detalles sobre esta obra:

3 comentarios:

Sarinsky dijo...

A mi sinceramente no me gusta demasiado el Barroco en arquitectura y escultura (exceptuando la del éxtasis de santa teresa y la de apolo y dafne). Pero lo que realmente me gusta de esta etapa es la pintura...molto bene!!

Saludos

Gonzalo González dijo...

Pues hay que cogerle el punto al Barroco, eh???

Un saludo!

Anónimo dijo...

ok primero que nada la escultura de Bernini no fue puesta alli desde un principio, y si la escultura si tiene una denotacion erotica, al vaticano no le gusto que santa teresa estuviera disfrutando de un orgasmo, cosa que se nota a primera vista. esa escultura fue llevada alli a peticion del escultor despues de unos años de haber sido hecha ya que el vaticano no queria que esa escultura estuviera alli, y la iglesia a la cual fue mandada esa obra de arte no es muy concurrida ya que queda en un punto muy alejado...y para acotar a lo que dije, esa escultura es conciderada uno de los altares de la ciencia, sino saben lo que es los invito a leer algo de historia relacionada con un grupo cientifico llamado los illuminati o iluminnatus...

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