miércoles, 27 de septiembre de 2017

Ocaña, el pintor de Cantillana




2017. Hace 70 años que nacía en Cantillana el artista José Pérez Ocaña. Hace tan sólo unos días se cumplieron 34 años de su muerte. Y en Sevilla se está organizando una exposición retrospectiva que finalizará muy pronto, el próximo 1 de octubre. Aún tenéis unos días para disfrutar de ella y de inundaros de luz y, sobretodo, de color. 

Es complejo hablar de Ocaña porque complejo era el personaje, complejo era el artista. Nacido en 1947 en la localidad de Cantillana, desde pequeño se sintió atraido por las tradiciones de su pueblo, especialmente de las religiosas, de las que bebió incansablemente desde pequeño, abrumado por la explosión barroca que ellas representaban. Siendo muy joven, y en vista de que allí le era muy difícil desarrollar toda su personalidad sin ser señalado con el dedo, decide trasladarse a Barcelona en la década de los setenta. Es entonces cuando eclosiona su talento creador, y lo hace a nivel pictórico, pero no se queda ahí, sino que se convierte en un personaje muy activo en los círculos políticos de izquierda y en la reivindicación de los derechos de las personas homosexuales. Ocaña se convirtió en un activista, pero no lo hizo de cualquier manera. Ese espíritu combativo fue llevado a la calle con alegría, con irreverencia, a través de performances en las que, paradójicamente, mostraba las tradiciones más populares de su tierra natal, a las que nunca renunció, y en las que encontró un vehículo perfecto para llevar a cabo toda su creatividad: Paseos por Las Ramblas vestido con traje de gitana, procesiones con vírgenes realizadas con papel maché... Y todo.... con alegría

Paralelamente a estas acciones, sin las cuales es imposible entender su obra, fue desarrollando su faceta como pintor, en la que los temas y las influencias remiten igualmente a sus obsesiones infantiles, a pesar de que a nivel técnico haya influencias del Expresionismo, del Fauvismo o del Ate Naïf. Bautizos, bodas, velatorios, procesiones.... Nunca un artista fue tan moderno siendo tan barroco a la vez.

Y en 1983, cuando organizaba un carnaval de verano en su pueblo, al que siempre volvía periódicamente, encontró la muerte de la manera más teatral que uno pueda imaginarse. Disfrazado de sol y con cientos de bengalas, su traje comenzó a arder, causándole graves quemaduras y provocando su fallecimiento unos pocos días después. En cierto sentido, su muerte fue su última obra. 

Hace falta seguir reivindicando su producción artística. En Cantillana, en Sevilla, en Barcelona. Que nunca se pierda el recuerdo de un artista libre, sin etiquetas. De un creador auténtico.

Os dejo una reseña de la exposición "Ocaña. La pintura travestida" que aún puede verse en Sevilla. Además, también podéis echarle un vistazo a este vídeo

Y añado algunas de las obras que pueden verse en dicha exposición:












"Todo eso es como una poesía, como tradición, como superstición... Y yo lo mezclo con mi pintura porque me recuerda las cosas de mi pueblo".
"Las fiestas, los casamientos, los bautizos, el entierro... todo eso es parte de mi pintura y parte de mi vida y por eso yo mezclo cementerio con alegría y con canto y con bautizos, con borracheras, con romerías y con folclore"




sábado, 16 de septiembre de 2017

Luiso García. Pinturas contra la Tauromaquia




Con motivo de la manifestación estatal por la abolición de la Tauromaquia que tendrá lugar hoy en Madrid, vamos a dedicar la entrada a uno de los creadores que más ha aportado este año a la causa, al menos desde el punto de vista artístico. 

Luiso García es un artista joven que lleva varios años denunciando a través de sus obras las injusticias de nuestro mundo. Desde 2015, además, se convierte en un potente altavoz para la defensa de los derechos de los animales, algo cada vez más demandado en nuestra sociedad. En vista de su trayectoria y de su compromiso, el pasado mes de abril fue invitado a participar en la I Semana Animalista de Sevilla, organizada por PACMA, con una exposición individual para la que creó 21 obras inéditas con las que invitaba a reflexionar al espectador y a fomentar la empatía hacia los animales. La exposición resultó ser un éxito, e inmediatamente viajó a lo largo y ancho de España, pudiéndose visitar en ciudades como Ciudad Real, Barcelona o Alicante. A partir del próximo 23 de septiembre podrá visitarse en Madrid (Cookkaluza, C/Lira, 8).

La obra que ilustra esta entrada lleva por título "Te quiero vivo" y sirvió para anunciar la exposición de Sevilla con la que comenzó esta hermosa aventura. En ella, y mirando al espectador, podemos ver un toro ante un fondo bicolor perfectamente diferenciado que confronta dos modos de vida bien distintos. Por un lado, el rojo de la sangre, de la tortura. Por otro, el verde de la naturaleza, de la esperanza. 

A continuación, rescato el texto que sirvió para difundir la exposición de Sevilla, de la que tuve el placer de ser el comisario:

Luiso García nace en Madrid en 1980. Licenciado en Bellas Artes y Máster en Dirección de Arte, ha abarcado distintos campos artísticos en el campo de la ilustración, el diseño y la escultura en 3D, además de ser profesor de dibujo y pintura. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas y en los últimos años sus exposiciones individuales han ido en aumento, en ciudades como Madrid, Málaga, Vitoria, Valencia, Arrecife y Alicante.

A lo largo de su trayectoria artística, su obra ha experimentado una constante evolución. Marcado desde sus inicios por la obra de Antonio Saura, sus primeros años evidencian las influencias de dicho pintor, así como de Pablo Picasso y Oswaldo Guayasamín, en un estilo de marcado carácter expresionista con predominio de líneas rectas y una gama cromática reducida.

En los últimos años, su obra ha ido abandonando paulatinamente dichas influencias para apostar por un tono más dulcificado en el que las líneas, concisas, se entremezclan con vitalistas explosiones de color complementadas con citas, textos y poemas, a veces escritos por él mismo, acercándolo al ámbito de la ilustración.

Aunque su obra ha tenido siempre un marcado compromiso social, la inauguración de la exposición “Animalario” en diciembre de 2015 marca un punto de inflexión en su carrera, de forma que, a partir de ese momento, su compromiso en la defensa y la protección de los animales pasa a formar parte de su producción pictórica de forma permanente. Desde entonces, dicha temática ha ido en aumento, utilizando su obra para denunciar los abusos que nuestra sociedad ejerce sobre ellos y para ayudar a despertar la conciencia de la gente.


Con motivo de la I Semana Cultural contra la Tauromaquia de Sevilla organizada por PACMA, las imágenes de Luiso García se exponen por primera vez en la ciudad. Un conjunto de pinturas, la mayoría de ellas inéditas, que nos ayudan a acercarnos desde un punto de vista crítico a esta práctica que cada vez encuentra más voces en contra en nuestra sociedad. Una ventana abierta a la reflexión y a la empatía con aquellos que nunca decidieron estar sobre el albero. Toda una declaración de intenciones. 

Os recomiendo conocer en la página web del artista este conjunto de 21 pinturas

Además, también podéis echar un vistazo a este artículo-entrevista que apareció en Diario Público


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