sábado, 8 de mayo de 2010

Urbanismo Medieval en la ciudad de Sevilla



Aunque la foto tiene casi un mes, nunca es tarde si la dicha es buena. Y es que el pasado 12 de Abril tuvo lugar una visita al centro de Sevilla con los alumnos y alumnas de la ESA (Educación Secundaria de Adultos) del IES "Federico Mayor Zaragoza" de Sevilla. Los objetivos iban enfocados fundamentalmente al reconocimiento del urbanismo medieval de la ciudad, así como de algunos de los vestigios más importantes que del pasado islámico se conservan en todo el casco antiguo.

La actividad tuvo su punto de partida a las 17:00 en la Puerta de Jerez. Desde allí, nos encaminamos a la Torre del Oro, que formó parte del recinto amurallado, consituyendo un destacable elemento defensivo en la ribera del Guadalquivir durante la época almohade. Pudimos seguir después la trayectoria del muro que enlazaba con el recinto del Alcázar, pasando por la Torre de la Plata y la Torre de Abdelazis. Una vez en el Patio de Banderas, que podéis ver en imagen, tuvimos la oportunidad de realizar un laberíntico paseo por las calles de los barrios de Santa Cruz y la Judería. Ambos nos ofrecen testimonios certeros del urbanismo medieval, y más específicamente islámico, visible por el entramado irregular, las calles estrechas y la presencia de adarves o calles sin salida, que explican el carácter privado que para los musulmanes tenía la vivienda, normalmente con pocas aberturas al exterior. Volvimos a la zona monumental a través del también interesante barrio de la Alfalfa, para ver los restos que de la antigua mezquita almohade conserva la Catedral de Sevilla. Estos son visibles no sólo en el imponente alminar de finales del siglo XII que le sirve de campanario (añadido por Hernán Ruiz en 1568) sino también el llamado patio de los naranjos, primitivo sahn (patio para abluciones) de la mezquita. Desde allí nos fuimos a la Iglesia del Salvador, para poner en práctica la misma teoría, pero en este caso a través de lo que fue la más antigua Mezquita de Ibn Adabbas, que conserva igualmente restos en el patio, así como en el primer cuerpo del alminar. En uno y otro caso observamos cómo las distintas civilizaciones van superponiéndose en los recintos sagrados para dejar buena muestra de su poder, en este caso a través del elemento religioso.

El día se comportó con nosotros y pasamos un rato ameno a la par que relajado. Como colofón a tan cultural tarde, nos tomamos un par de cervezas en la Plaza del Salvador, que tan bien recibe siempre a propios y extraños en sus dos fantásticas bodeguitas.

En la imagen, un momento de nuestro recorrido: La Giralda desde el Patio de Banderas. De izquierda a derecha: Emilio, Rafa, Marcos, José Manuel, Rocío, Gonzalo y Mercedes.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails