sábado, 10 de mayo de 2008

Masaccio y la perspectiva




Una de las principales novedades que supuso el Renacimiento respecto al arte medieval fue el desarrollo de la perspectiva, principio que empezó a aplicarse en la Italia del siglo XV en obras arquitectónicas, escultóricas y pictóricas del denominado Quattrocento italiano. En arquitectura, fue Brunelleschi el que dio forma a estos planteamientos. Y algunos de ellos aparecen bien reflejados en La Trinidad de la iglesia florentina de Santa María Novella, obra de Masaccio (1401-1428). Este pintor, que vivió pocos años, ha pasado a la historia del arte como una personalidad fundamental para entender la configuración de la pintura clásica, en tanto en cuanto se le considera el verdadero iniciador de la perspectiva en pintura. Esta obra es un ejemplo bastante claro de lo que decimos.

Se trata de una pintura al fresco, situada en un muro de la Iglesia de Santa María Novella. El autor crea un auténtico trampantojo (engaño al ojo) de casi siete metros de altura para representar el dogma de la Santísisma Trinidad. Así, los personajes aparecen enmarcados en una arquitectura clasicista que nos remite a los arcos de triunfo romanos y que nos dan buena muestra de la vuelta a los valores grecolatinos que supone el Renacimiento. En profundidad, parece desarrollarse una bóveda de cañón con casetones, de similar aspecto a los del Panteón de Agripa. Al fondo, aparece otro arco de medio punto que ayuda a reforzar esa sensación de profundidad. Gracias a la representación pictórica de diversos elementos arquitectónicos, consigue el autor crear los efectos de perspectiva buscados. Pero no se queda ahí, ya que la introducción de los personajes, y la forma en la que éstos se presentan ante el espectador -creando un punto de fuga central- refuerzan esa percepción. Así, las figuras de los donantes de la obra, posiblemente enterrados bajo ese lugar, se presentan arrodillados y antecediendo al arco de triunfo, estando más próximos al espectador. Tras ellos, y flanqueando las columnas de orden jónico que sustentan el gran arco de medio punto, se encuentran las figuras dolientes de María y San Juan, entre los que se sitúa la imagen del Cristo en la cruz, sostenida desde detrás por la majestuosa figura de Dios padre, que parece situarse ya detrás del arco, justo debajo de la gran bóveda de cañón. Así, mediante la interrelación entre figuras y arquitectura, se consigue la perspectiva, reforzada además por el carácter volumétrico que Masaccio suele dar siempre a sus figuras, sin duda alguna una de sus señas de identidad como pintor.


3 comentarios:

Sarinsky dijo...

Podría decir tantas cosas de esta magnífica obra de Masaccio...es una de las primeras obras que podemos ver de una evolución con respecto a la perspectiva aérea y solo por eso ya la hace muy especial.
Fantástico post,me encanta tu trabajo.

1 Saludo

Gonzalo González dijo...

Muchas gracias por tus palabras, con visitantes así da gusto!

Saludos

Anónimo dijo...

la perspectiva parece que nacio junto a nosotros, pero es parte de nuestra evolucion como artistas y retratistas de nuestras realidades es una cualidad humana fijarse en los detalle y tratar de retratar la vida en un cuadro pero todos sabemos que es imposible gracias.

saludos a todos los que cultivan del arte como expectador o como creador

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