Denominamos Arte Mudéjar a todo aquel realizado por artífices musulmanes en territorio cristiano, una vez que éstos fueron reconquistados durante la Plena y Baja Edad Media. Aunque su denominación como estilo artístico no convence a todos los historiadores del arte, y el deabte historiográfico sigue aún vigente, debemos valorar su importancia, en tanto en cuanto constituye una manifestación única y genuinamente española, no dándose en el resto de Europa, exceptuando algunos ejemplos portugueses. Asimismo, debemos recordar la influencia que ejercerá la proyección atlántica que éste tenga en las Islas Canarias e Hispanoamérica.
Dependiendo de la época y del lugar en el que nos encontremos, el Mudéjar, que tiene en la arquitectura su más completa y perfecta configuración, tendrá rasgos estilísticos más cercanos al Románico, o al Gótico. Estos se verán entrelazados con motivos ornamentales propiamente islámicos, ya sea bebiendo de las formas califales, almohades o nazaríes, según los casos.
Así, en la Baja Extremadura tenemos un grupo de iglesias parroquiales construidas entre los siglos XV y XVI sumamente interesantes. Todas ellas muestran la tipología de torre-fachada, están realizadas en ladrillo y siguen los dictámenes que en la zona fijó la Orden de Santiago, encargada de vigilar una comarca que tenía una importante población de judíos y mudéjares, las dos minorías étnico-religiosas más importantes de la España bajomedieval.
Sirva como ejemplo el caso de la Iglesia Parroquial de Granja de Torrehermosa, cuyo campanario dibuja un entrecruzamiento de arcos espectacular, y constituye una de las muestras más notables del Mudéjar extremeño. La cronología de esta singular obra se sitúa entre los últimos años del siglo XV y primeros del XVI.
Dependiendo de la época y del lugar en el que nos encontremos, el Mudéjar, que tiene en la arquitectura su más completa y perfecta configuración, tendrá rasgos estilísticos más cercanos al Románico, o al Gótico. Estos se verán entrelazados con motivos ornamentales propiamente islámicos, ya sea bebiendo de las formas califales, almohades o nazaríes, según los casos.
Así, en la Baja Extremadura tenemos un grupo de iglesias parroquiales construidas entre los siglos XV y XVI sumamente interesantes. Todas ellas muestran la tipología de torre-fachada, están realizadas en ladrillo y siguen los dictámenes que en la zona fijó la Orden de Santiago, encargada de vigilar una comarca que tenía una importante población de judíos y mudéjares, las dos minorías étnico-religiosas más importantes de la España bajomedieval.
Sirva como ejemplo el caso de la Iglesia Parroquial de Granja de Torrehermosa, cuyo campanario dibuja un entrecruzamiento de arcos espectacular, y constituye una de las muestras más notables del Mudéjar extremeño. La cronología de esta singular obra se sitúa entre los últimos años del siglo XV y primeros del XVI.
2 comentarios:
Cierto Remes, mucho arte. Y todo un placer para los sentidos disfrutar de una pequeña gran parte de "nuestra tierra querida".
Un saludo,
Marisa.
Es que Extremadura, y especialmente la provincia de Badajoz, es bastante desconocida para muchos. Y en un rinconcito pegado a Córdoba nos encontramos joyas como esta...
Gracias por la visita, Marisa!
Un abrazo!
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