miércoles, 11 de febrero de 2009

El Monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo


Dado el extraordinario poder alcanzado por la Iglesia durante la Edad Media, la mayor parte de las manifestaciones artísticas estuvieron patrocinadas por esta institución. Ya sea en los grandes templos de peregrinación, de los cuales la Catedral de Santiago de Compostela es referencia obligada, ya sea en las pequeñas iglesias rurales que jalonan el territorio europeo, como vimos en la última entrada, los siglos del Románico están marcados por la presencia de una Iglesia todopoderosa y de un Cristianismo imparable a lo largo de todo el Occidente europeo.
Sin embargo, no podemos ceñirnos únicamente, dentro de la arquitectura románica, a las iglesias, sean o no de peregrinación. En este sentido, conviene resaltar la importancia de una tipología que alcanzó gran importancia durante estos años. Nos referimos a los monasterios, construcciones que además recogen en buena medida la evolución del estilo. Así, los primeros monasterios estuvieron bajo la influencia de Cluny y del progresivo enriquecimiento tanto meramente constructivo como también decorativo, como bien muestra el Monasterio de Santo Domingo de Silos, con su claustro a la cabeza. Con el paso de los años se observan sin embargo no pocos cambios en lo que a concepción formal del monasterio se refiere. Así, aparecen los monasterios cistercienses, que vinieron a significar una respuesta sobria y austera a la complejidad alcanzada por las obras preexistentes. En cierta medida, además, estos monasterios cistercienses, suponen un punto de inflexión a la vez que un nexo de unión entre el Románico y los primeros signos del estilo que le suceda en todo el ámbito europeo: El Gótico.
Sea como fuere, tantos los monasterios cluniaceneses como los cistercienses responden a una misma idea, aunque desde planteamientos opuestos. Ambos nos hablan de un concepto de "Ciudad de Dios", de tal forma que vienen a ser una representación simbólica del cielo en la tierra. Suelen ser complejos autosuficientes en los que las distintas dependencias se van superponiendo en función de las necesidades de la congregación. Además de la iglesia, es necesario destacar la presencia del claustro, que además de servir de lugar para la meditación y la reflexión de los monjes, organiza buena parte de las dependencias monacales, funcionando así como centro generador del edificio. Así, en torno a él se disponen el refectorio o la sala capitular, entre otros lugares importantes del monasterio.
En la imagen superior podemos apreciar el claustro del Monasterio de Santa María la Real, en la localidad palentina de Aguilar de Campoo. Se trata de un ejemplar tardío, que enlaza en cierta forma con los primeros años del Gótico. Así lo vemos precisamente en este claustro, que combina con acierto los arcos de medio punto, de menor tamaño, con arcos apuntados que enmarcan los arcos menores de tres en tres. Este edificio sufrió el paso del tiempo de forma implacable, como muchos otros ejemplares del románico rural, especialmente prolífico en las provincias castellanas, como son Burgos o Palencia. En el caso que nos ocupa, fue abandonado tras la Desamortización de Mendizábal. Desde los años de la Segunda República es nuevamente puesto en valor, y posteriormente es restaurado, hasta tal punto que hoy día es una referencia del Románico palentino, y sede no sólo de una Instituto de Enseñanza Secundaria, sino también de la Fundación Santa María La Real-Centro de Estudios del Románico, que está realizando una ingente labor por la recuperación de las iglesias románicas, especialmente las castellano-leonesas. Un buen ejemplo de una empresa cultural. Una institución pujante que colabora en la preservación de un patrimonio tan interesante como desconocido para muchos de nosotros.
Web de la Fundación Santa María La Real-Centro de Estudios del Románico:

3 comentarios:

clariana dijo...

Es importante este testimonio de los monasterios en referencia a las órdenes que citas y la labor tan importante que debieron realizar los monjes, tanto en lo cultural, como en otras facetas a las que también se dedicaron.
Este debe de ser muy bello, en la tierra de mi padre, la Rioja, también hay algunos monasterios artísticos interesantes. Como ves yo soy mestiza, creo que se dice así, pues mi madre es catalana y yo nací en Barcelona. Es muy buena esta entrada, gracias. Un saludo.

Duncan de Gross dijo...

Hola, un post superinteresante y el enlace que pones se agradece, me es útil, ando repasando coisas y siempre es bueno ir completando información!!

Gonzalo González dijo...

El mestizaje es bueno, Clariana. Mis padres son extremeñs pero yo nací y vivo en Sevilla!

Duncan, me gusta eso de haberte animado a curiosear sobre el tema.

Saludos!

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