El cordobés Julio Romero de Torres (1874-1930) ha sido uno de los pintores más conocidos, aunque no por ello reconocido, del Arte Contemporáneo. Fue una figura muy valorada en su tiempo, y cuando fue enterrado en su Córdoba natal, la ciudad quedó paralizada, según cuentan los periódicos de la época. Tanto es así que, muy poco después de su fallecimiento, se creaba su museo de la Plaza del Potro, donde hoy continúa.
Al igual que veíamos el otro día con la Dama de Elche, sus obras fueron reproducidas hasta la saciedad en billetes, sellos, carteles. Y, en este caso aún más evidente, su figura fue utilizada por el régimen de Franco, de forma que su obra pictórica fue analizada únicamente en clave folclorista, olvidando por tanto las raíces simbolistas de un autor que utilizó a la mujer de su tierra no como mero objeto representativo, sino como vehículo para representar ideas, sin renunciar en ningún momento a sus raíces. Sus mujeres, inmortales, misteriosas, se repiten ante paisajes cordobeses que actúan como telón de fondo, en una atmósfera inquietante, densa.
Su técnica es depuradísima, y sus composiciones alcanzan a veces gran complejidad. Sin embargo, es bueno que recordemos una de sus obras más sencillas y populares: Viva el pelo. El encuadre fotográfico, el hecho de que sólo aparezca el cuello y la cabeza de la mujer vista desde detrás, introducen al espectador en el terreno de la intuición. El juego de colores que establece entre la encendida naranja y la peineta, realizada con un sólo trazo, es un acierto más de una pintura que consigue, sin apenas artificio, llamar la atención a primera vista.
Aunque en los últimos años su obra vuelve a tener cierto reconocimiento, es justo que valoremos la importancia de Romero de Torres y no dejarnos llevar por las interpretaciones simplistas que a veces nos han querido vender desde bandos ideológicamente opuestos.
Aquí podéis ver otras pinturas de Romero de Torres. Se incluyen vídeos con la famosa copla dedicada a la mujer morena. Pulsa aquí
Web del Museo Julio Romero de Torres de Córdoba. Pulsa aquí
Al igual que veíamos el otro día con la Dama de Elche, sus obras fueron reproducidas hasta la saciedad en billetes, sellos, carteles. Y, en este caso aún más evidente, su figura fue utilizada por el régimen de Franco, de forma que su obra pictórica fue analizada únicamente en clave folclorista, olvidando por tanto las raíces simbolistas de un autor que utilizó a la mujer de su tierra no como mero objeto representativo, sino como vehículo para representar ideas, sin renunciar en ningún momento a sus raíces. Sus mujeres, inmortales, misteriosas, se repiten ante paisajes cordobeses que actúan como telón de fondo, en una atmósfera inquietante, densa.
Su técnica es depuradísima, y sus composiciones alcanzan a veces gran complejidad. Sin embargo, es bueno que recordemos una de sus obras más sencillas y populares: Viva el pelo. El encuadre fotográfico, el hecho de que sólo aparezca el cuello y la cabeza de la mujer vista desde detrás, introducen al espectador en el terreno de la intuición. El juego de colores que establece entre la encendida naranja y la peineta, realizada con un sólo trazo, es un acierto más de una pintura que consigue, sin apenas artificio, llamar la atención a primera vista.
Aunque en los últimos años su obra vuelve a tener cierto reconocimiento, es justo que valoremos la importancia de Romero de Torres y no dejarnos llevar por las interpretaciones simplistas que a veces nos han querido vender desde bandos ideológicamente opuestos.
Aquí podéis ver otras pinturas de Romero de Torres. Se incluyen vídeos con la famosa copla dedicada a la mujer morena. Pulsa aquí
Web del Museo Julio Romero de Torres de Córdoba. Pulsa aquí
4 comentarios:
Eso sí que es un pelo Pantenne y lo demás son tonterías. Ya en serio, tiene mucho mérito pintar eso, parece casi una foto, le pones un bote de champú al lado con los colores así parecidos al resto del cuadro y puede hasta pasar por un anuncio. PAra pintar algo así debe haber usado pinceles o de muy pocos pelos, o de un solo pelo verdad?
Javi
Por cierto, el cuadro de este hombre, '' La siesta '' me ha encantado también, cuando lo he visto me ha recordado un montón a Renoir
Javi
Pues Javi, la verdad es que desconozco cómo serían los pinceles, pero supongo que es lo que tú dices. De todas formas, cuando hay buen ejercicio de la técnica, y se ha aprendido lo bueno de los clásicos, como le pasa a Romero, eso es incluso secundario.
Un saludo!
nos ha parecido esta pagina muy buena un saludo!!!!
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