lunes, 4 de agosto de 2008

¿Comunicación o incomunicación?




Durante este verano, una de las mejores cosas que pueden hacerse, desde el punto de vista cultural al menos, es acercarse al Museo Guggenheim de Bilbao para poder contemplar la exposición retrospectiva dedicada al escultor Juan Muñoz (1953-2001). Nos encontramos ante un artista brillante que, sin emabrgo, vio truncada su carrera profesional prematuramente y justo en el mejor momento, cuando ya era reconocido a nivel internacional. Sus primeras exposiciones en galerías datan de la década de los 80 del siglo XX. Desde entonces, su éxito fue en aumento, y gran parte de ese éxito se debe a la recuperación de la figura humana para la escultura contemporánea, sin que ello signifique necesariamente una renuncia a lo conceptual, que está presente en su obra de forma constante.

Sus esculturas son monocromas, siendo el gris el color predominante, y el papel maché, la resina y el bronce los materiales utilizados. Las obras más celebradas de Juan Muñoz son las denominadas piezas de conversación, en las que podemos ver grupos de personajes, más o menos numerosos, que se interrelacionan entre sí y ayudan al espectador a interrelacionarse con ellos, de forma que éste pueda caminar entre las esculturas e integrarse plenamente en la obra. Un acierto a nivel compositivo y también a nivel conceptual que nos lleva al campo de las instalaciones propias del arte contemporáneo, pero con el atractivo añadido de la comunicación humana. Parece no quedar claro si el artista quiere mostrarnos la comunicación, o más bien la incomunicación en un mundo globalizado y cada vez más deshumanizado. Así, nos podemos encontrar desde las sonrisas más histriónicas a las más desgarradoras muestras de soledad y desasosiego. La obra de Juan Muñoz tiene la capacidad de atraer al espectador sin la necesidad de renunciar a la vanguardia. Se aleja de la frialdad de otros artistas de su generación para adentrarse en el terreno de lo emocional, para sumergirse en las entrañas del ser humano. Esa es, quizás, la clave de su reconocimiento, desde Norteamérica a Europa. Y ese es el motivo también por el que recomiendo la visita a la exposición, la más importante que se le ha dedicado hasta el momento.

Yo de momento, me voy hacia allá. Una semana de vacaciones al País Vasco. Nos vemos a la vuelta!

Pincha aquí para ver una imagen general de la obra Muchas veces

Espacio dedicado en la web del Guggenheim a la exposición: Aquí

Y aquí un vídeo que explica mejor que ninguno la capacidad de este artista para conectar con el espectador:


5 comentarios:

mangeles dijo...

Jeje, el video es genial...

Es muy interesante las esculturas puestas así...para integrarse con la gente. Molan.

Besos...y pasalo bien en Bilbao.

Pilar Álamo dijo...

Gracias a "mangeles" he descubierto esta fuente tan interesante de comentarios de arte.
Seguiré sus comentarios con interés y espero que también le gusten los míos.Un cordial saludo desde Aranjuez.

Rafagast dijo...

Te he memeado en mi blog: http://rafagast-lacaverna.blogspot.com/2008/08/la-meme-de-faustomatic.html

mangeles dijo...

Me encanta el video..lo miro una y otra vez y alucino con el chiquillo...ejjee. es genial...Un beso

Gonzalo González dijo...

Me alegro de que te guste el vídeo, mangeles. Lo encontré por casualidad y me parece buenísimo.

Gracias morisot por tus planras, espero verte por aquí

Rafa, qué es eso de uqe me has memeado? Suena fatal!, jajajaja

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