lunes, 13 de octubre de 2008

Arte Egipcio en Madrid



Cuando hablamos del Antiguo Egipto, siempre pensamos en una civilización alejada en el tiempo y el espacio. Y efectivamente es así. Por eso resulta del todo curiosa, por más conocida que pueda ser, la presencia de un templo egipcio en pleno corazón de Madrid. Esta exótica imagen, muy cerca del Palacio Real y de la Plaza de España, fue un regalo del Estado egipcio al español en agradecimiento al apoyo prestado para la conservación del Templo de Ramsés II en Abu Simbel en una campaña apoyada por la UNESCO y qué básicamente intentaba evitar la destrucción del mismo a causa de la construcción de la presa de Asuán. Salvándose esta magna obra, que fue trasladada de lugar, el gobierno egipcio obsequió con cuatro templos a diversos estados, y entre ellos, como decimos, estaba el que nos ocupa, que fue trasladado piedra a piedra en el año 1972.
Este pequeño pero interesante templo presentaba los característicos pilonos de este tipo de construcciones, además de otros elementos propios de la arquitectura egipcia. Nos encontramos ante un ejemplar bastante avanzado en el tiempo, perteneciente a la dinastía ptolemaica, y datable entre los siglos II y I a. C. Hay que recordar que, por esos años, en Grecia se desarrollaba el período helenístico, y hacía ya tiempo que se había planteado, por tanto, toda la teoría y la práctica del clasicismo del siglo V a. C. A pesar de ello, en este edificio se observa claramente cómo apenas han variado ls constantes estéticas de una civilización que dio pocas concesiones a la renovación estilística a lo largo de numerosos siglos. Sí es cierto, sin embargo, que en la fachada del templo propiamente dicho, que se levanta tras los dos pórticos adintelados, se aprecia una contención y equilibrio mayor que en los templos más antiguos. En cualquier caso, tanto las columnas como sus capiteles papiriformes repiten los modelos anteriores, en esa línea naturalista de inspirarse en elementos vegetales para determinados elementos arquitectónicos y decorativos. Asimismo, si nos fijamos en la planta vemos igualmente la repetición de algunas constantes.
Sea como fuere, este templo constituye una oportunidad única para acercarse a este fascinante mundo, mucho más cerca de lo que pensamos.
En esta web se ofrece un conjunto de fotografías bastante interesante:

4 comentarios:

mangeles dijo...

Te puedes creer que no he ido a verlo...que desastre soy...prometo ir lo antes posible. Un beso amigo Gonzalo

clariana dijo...

Pues menos mal que existe la UNESCO, que posibilitó estos traslados de bellos monumentos egipcios. No tenía idea de ésto y es una joya el templo de Debod. Habrá pasado tantas veces, lo de por tener que construir una obra de gran emvergadura que hayan desaparecido monumentos, pueblos... Es importante que hayan instituciones como ésta, que funcionen y que también la gente las valoremos claro. Saludos.

Gonzalo González dijo...

Eres de Madrid, Mangeles? Pues date un pase por allí entonces!

Toda protección del patrimonio histórico-artístico es poca. La UNESCO hace una muy buena labor, pero debe fomentarse a todos los niveles... locale, autonómicos, nacionales... Saludos, jardí

Anónimo dijo...

he encontrado por casualidad tu blog; buscaba información sobre el arte egipcio que se expone en madrid y me he encontrado con una grata sorpresa. Cuando baje este fin de semana a Madrid, comprobaré lo bonito de este templo.
Gracias!

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails