miércoles, 9 de abril de 2008

Giralda


Cuando uno piensa en el Arte Hispanomusulmán, suelen venir a la mente las imágenes de tres monumentos andalusíes: La Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba y la Giralda de Sevilla. Son tres obras que no coinciden cronológicamente, pero todas ellas se enmarcan dentro de las grandes construcciones edificadas en Al-Ándalus durante los siglos de permanencia musulmana.

La Giralda debe su nombre a la veleta que la corona, El Giraldillo, escultura en bronce que representa a la Fe y que fue realizada por Juan Bautista Vázquez el Viejo en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se edificó el cuerpo de campanas que vemos en la actualidad. Como se sabe, nos encontramos ante el antiguo alminar de la mezquita aljama de la Sevilla almohade, construido en 1184. Situándonos en el tiempo, habría que relacionar este fantástico alminar con otros dos que también estaban en el Imperio Almohade, en el territorio del actual estado de Marruecos. Nos referimos a las que tradicionalmente se han considerado las hermanas de la Giralda, la Kutubiya de Marrakech y la de la Mezquita de Hassan en Rabat. Los tres ejemplares repiten el mismo material, e idénticos motivos decorativos, consistentes en arcos polilobulados y paños de sebka, fundamentalmente. Sin emabrgo, quizás sea el caso sevillano el que más perfección compositiva presente. A ello le debemos sumar además la circunstancia de que, ya en época cristiana, se decidiera modificar la parte superior. Dado que la antigua mezquita se había destruido para realizar la gran catedral gótica, se hacía necesario cristianizar también la torre, de forma que se encargó al arquitecto Hernán Ruiz la realización del campanario. El resultado, que podría haber sido irregular, alcanza sin embargo unas cotas estéticas notables. El arquitecto supo además unificar todo el conjunto gracias a la utilización de las balaustradas de mármol blanco y los paneles de mármol negro tanto en la anterior obra islámica como en el añadido superior. Hoy día nos es imposible concibir esta obra de otra manera, y, sin duda, constituye uno de los edificios más conocidos del Arte Español.

Tanto es así que, en fechas más recientes, ha sido objeto de curiosas réplicas: Badajoz, Arboc o la más lejana de Kansas (Estados Unidos).

La Giralda es el símbolo universal de Sevilla, un icono, una imagen carismática, estética, fotogénica, mil veces fotografiada, reproducida, homenajeada. Es de esos casos raros en los que un edificio parece tener vida propia.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La Alhambra también es el símbolo universal de Granada. A lo mejor en un futuro no muy lejano, a algún millonario de Las Vegas de da por hacer un casino igualito a la Alhambra, como ha hecho uno con Venecia.

PD: Este blog tuyo me hubiera sido útil para repasar y para ver comentarios el año pasado jeje

Javi.

Emilienko dijo...

Pues algún día te comentaré mi teoría particular de esta torre, acerca de cómo la viven los de esta ciudad.

Saludos

Sarinsky dijo...

Yo he estado en Sevilla y tengo que reconocer que la Giralda es una pasada!! Un buen ejemplo(sin duda)de la arquitectura hispanomusulmana.
Saludos

Anónimo dijo...

Subí a la Giralda por primera vez hace un mes, poco más ( y eso que soy sevillano!!)
Enhorabueno por este blog,me encanta. Una cosilla, a ver si un día dedicas algo a Zaha Hadid o Jean Nouvel: hay obras suyas ya en España y estamos pendientes de que se hagan algunos proyectos en Sevilla( Biblioteca de la Universida-Z.Hadid, actuaciones en la parcela de Cruzcampo-Jean Nouvel

Besos, Miguel

Gonzalo González dijo...

Javi, la verdad es que hubiera sido un puntazo haber tenido el blog con vosotros el año pasado, pero ya ves, no caí, jejeje. De todas formas, mira, te sirve para recordar!

Emilienko, me gustaría saber tu versión sobre lo que dices. Tema interesante.

Gracias a todos por los comentarios, Sarita y Miguel (Nouvel me gusta mucho, aunque eso está todo tan en el aire aún.... pero bueno, parece que la ciudad se va modernizando). Un saludo!

Anónimo dijo...

Es difícil separar una monumento de toda la literatura que se le aplica. Principalmente los sevillanos se han deshecho contando los embrujos y los misterios de la Giralda. Quizás no fuera así si en vez de estar en Sevilla, estuviera en Villanueva del Campo. ¿Quién aporta más?, ¿el monumento a la ciudad?, ¿o la ciudad al monumento?

Un abrazote

Gonzalo González dijo...

Aigean, gracias por tu comentario

Yo creo que la aportación es mutua. No se entiende la Giralda sin Sevilla, ni Sevilla sin la Giralda. Hay otros ejemplos similares, que yo creo que se dan cuando nos encontramos ante lo que yo llamo "edificios carismáticos". Algo similar pasa con Granada y la Alhambra.

Un abrazo.

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