Frecuentemente, al hablar de las vanguardias artísticas del siglo XX, la escultura queda en un segundo plano. Es innegable que las transformaciones artísticas fueron más rápidas y prolíficas en la pintura, fundamentalmente debido a que el coste de los materiales pictóricos era lógicamente menor. Esta circunstancia motivó que el desarrollo de la escultura no fuera tan significativo, pero igualmente se produjeron importantes innovaciones desde que a finales del siglo XIX Auguste Rodin sentara las bases de la escultura contemporánea.
Uno de los escultores más importantes y originales de la primera mitad del siglo XX es el catalán Julio González (1876-1942). Él fue el responsable de la renovación escultórica española de su época, junto a Pablo Gargallo y Pablo Picasso, que también tuvo importantes incursiones en el campo de la escultura. En cierto modo, la obra de Julio González viene a ser una aplicación del Cubsimo a la escultura. A la tercera dimensión, en definitiva.
Julio González se formó en los ambientes culturales catalanes de principios de siglo dentro de la órbita del Modernismo, triunfante en esos momentos. Sin emabrgo, supo evolucionar, no sin renunciar a sus raíces catalanas, lo que puede apreciarse en la serie dedicada a la Montserrat, verdadera simbología del dolor humano ante la Guerra Civil Española. González se especializó en el uso del hierro como material para el desarrollo de su creación artística. Supo darle expresividad a algo aparentemente frío gracias a su dominio de las técnicas de forja y a su capacidad innata de innovar, lo que se demuestra en una producción escultórica que aboga por darle sentido al espacio en una interpretación de la figura humana que roza la abstracción. En este sentido, su obra no está lejos de la de Alexander Archipenko, verdadero precursor del espacio en la escultura.
Sirva como ejemplo de todo lo que decinmos este sorprendente Hombre-Cactus, en el que, usando el hierro, González descompone la figura hasta tal punto que nos es difícil la identificación de la obra si no disponemos del título de la misma. Aún así, tampoco debemos catalagar de abstracta esta obra, ya que, en última instancia, no se renuncia ni al tema ni a la figuración, algo que además el autor se encarga de subrayar mediante la introducción de un elemento naturalista como es un cactus.
4 comentarios:
Curioso, aunque demasiado abstracto para mi gusto. Creo que podría pasarme horas mirando la figura y no sacar nada en claro. Aunque que mejor que usar el hierro para esto, el material que mas muertos ha causado a lo largo de la historia. Un saludote maestro!!
jejeje, saludos y gracias por el comentario!
hola, he visto en un programa de la tv un cactus hecho con pletinas de acero que estaba iluminado interiormente y del que por las puntas salia agua pulverizada.
Podeis decirme de donde puedo sacar mas informacion sobre esto??
gracias y un saludo
Uka
Publicado en 2008 jajajjjha nadie en 2020??
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