El mundo de los sueños, que tanto interpretó el Surrealismo a nivel pictórico, escultórico, literario e incluso cinematográfico a partir de la década de los años 20 del pasado siglo, tuvo en su época un digno y curioso representante en Paul Delvaux (1897-1994). De nacionalidad belga, y aunque comenzó siendo un pintor de tendencia expresionista, pronto se sintió influenciado por su compatriota René Magritte, autor adscrito al Surrealismo desde sus comienzos, allá por 1926. Magritte, que juega en no pocas ocasiones con el juego de las apariencias y los equívocos, fue un punto de referencia para que Delvaux creara obras como Mujer ante el espejo o La Aurora, por citar sólo unos ejemplos. Si nos fijamos, el tratamiento del cuerpo desnudo, especialmente el femenino, es una de las constantes temáticas repetidas con insistencia a lo largo de su evolución creativa. Observamos cómo las mujeres pueblan unos paisajes oníricos, nocturnos la mayor parte de las veces (enfatizando así la idea del sueño), y en todos ellos parece percibirse la presencia de algo tan etéreo como el silencio.
En efecto, los personajes de Delvaux no parecen hablar, sino deambular por un paisaje normalmente desolado y hostil en el que las estaciones de ferrocoarril, por un lado, y los edificios clásicos, por otros, parecen servir de marco a las silenciosas escenas. Es quizás en esta extraña capacidad para reproducir los silencios donde reside parte del encanto de este pintor, cualidad esta que comparte con el pintor italiano Giorgio de Chirico, en el que el recuerdo a la arquitectura grecolatina es también una constante.
Consideramos que la producción artística de Delvaux es sumamente interesante, y que el hecho de que quede eclipsado por otras figuras del Surrealismo como Dalí, Miró, Magritte o Ernst no debe ser un obstáculo para seguir profundizando en su mundo, en su fantástico e intangible mundo.
Galería de imágenes de Paul Delvaux
Web del Museo Paul Delvaux
En efecto, los personajes de Delvaux no parecen hablar, sino deambular por un paisaje normalmente desolado y hostil en el que las estaciones de ferrocoarril, por un lado, y los edificios clásicos, por otros, parecen servir de marco a las silenciosas escenas. Es quizás en esta extraña capacidad para reproducir los silencios donde reside parte del encanto de este pintor, cualidad esta que comparte con el pintor italiano Giorgio de Chirico, en el que el recuerdo a la arquitectura grecolatina es también una constante.
Consideramos que la producción artística de Delvaux es sumamente interesante, y que el hecho de que quede eclipsado por otras figuras del Surrealismo como Dalí, Miró, Magritte o Ernst no debe ser un obstáculo para seguir profundizando en su mundo, en su fantástico e intangible mundo.
Galería de imágenes de Paul Delvaux
Web del Museo Paul Delvaux
4 comentarios:
De nuevo por aquí para comentarte que, efectivamente, Paul Delvaux siempre me ha llamado la atención por lo que tu has dicho: su idea de detener el tiempo, petrificarlo, congelar la imagen. Y llevas mucha razón en que en eso es muy parecido a De chirico, pintor de la Escuela de París, pero con un estilo diferente. Un placer saludarte de nuevo.
Igualmente te digo, Paco. Un saludo afectuoso
q padre esta este blog, felicidades!!!
q padre esta el blog, felicidades!!
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