Hoy, precisamente hoy, hace ya nada más y nada menos que 20 años desde que cayó el Muro de Berlín. Aquel que separó a la ciudad en dos mundos diametralmente opuestos durante más de 28 años. El símbolo de la Guerra Fría. Podríamos hablar horas y más horas sobre él, pues a ambos lados del mismo debieron surgir interminables historias que no aparecen en los libros, pero que seguramente fueron fiel reflejo de una sociedad dividida por expreso deseo de sus dirigentes.
Hoy podríamos hablar de otros muros, pero vamos a evitarlo, para centrarnos en la celebración del aniversario de uno de los acontecimientos más hermosos de la Historia del Siglo XX. Y lo vamos a hacer, como no podía ser de otra forma en este blog, desde una perspectiva artística. No es que el muro en sí constituyera una notable construcción arquitectónica. Se limitaba a ser una dobe pared de hormigón que rodeaba a Berlín Occidental, convirténdola en una isla capitalista dentro del comunismo representado por la República Democrática Alemana (RDA). Entre ambos muros se disponían una serie de alambradas y torres de control que vigilaban que ningún álemán del este pasara a la parte occidental. Levantado en 1961, el objetivo era evitar el goteo continuo de alemanes orientales hacia la República Federal Alemana (RFA) a través del aeropuerto de Berlín Occidental.
A veces, como ya hemos dicho aquí varias veces, ante la adversidad, surge el genio creador del hombre. Y es por eso que, algo tan gris como este muro sirvió de soporte para que los artistas de la parte occidental dejaran muestra de sus creaciones y de sus inquietudes, a través de lo que denominamos graffitis, que vivieron su mayor desarrollo desde finales de la década de los 70. La caída del Muro en 1989 se llevó por delante la mayoría de estos testimonios, -unos coloristas y llenos de optimismo, otros críticos con el sistema-, pero se conservan documentos gráficos que hoy nos resultan de gran interés, pues gracias a ellos hoy podemos conocer que en él estuvieron trabajando artistas de renombre, como es el caso de Keith Haring (1958-1990).
Este artista estadounidense, que parte de algunos de los planteamientos del Pop Art y específicamente de Andy Warhol por su concepto democratizador del Arte, encontró un estilo propio y personal, influenciado por el cómic, en el que el colorido y las figuras sintéticas eran los protagonistas. Composiciones sencillas, directas, accesibles al gran público, que hacían válida la premisa de "menos es más". Este hecho le hizo conectar con el público, y hoy día su obra es reproducida de forma seriada en lo que es una absoluta popularización de su arte. En 1986, coincidiendo con el 25º aniversario del Muro de Berlín, estuvo realizando un gran panel en el que, sobre fondo amarillo, distintas figuras antropomórficas de perfiles rojos y negros parecen unirse en una sucesión infinita. Con unas pocas líneas logró una gran expresividad, llenando de optimismo una construcción a la que sólo quedaba poco más de tres años de vida.
Aunque la propia concepción del graffiti parte de una idea efímera, no parecía que el muro fuera así. Pero la historia habló por boca de sus ciudadanos, que salieron en masa a derribarlo aprovechando un descuido en la rueda de prensa de uno de los dirigentes de la RDA. Aquel 9 de Noviembre Berlín hizo historia. A veces uno quisiera haber estado en ese lugar, ese mismo día.
Hoy, 20 años después, sólo quedan en pie dos fragmentos. Por un lado, el Memorial del Muro de Berlín, que reproduce la estructura y posee un centro de interpretación dotado de documentación gráfica y audiovisual, . Por otro, East Side Gallery, donde diversos artistas dejaron algunas de sus obras en la parte oriental, con posterioridad a 1989. Pueden ver al autor de este blog ante uno de los graffitis más conocidos, Test the best, de Birgit Kinder.
5 comentarios:
Muchas gracias Gonzalo por el detalle de incluir mi blog de Historia del Arte en tus enlaces, mi enhorabuena por tu trabajo, especialmente en el mundillo de la web 2.O, en que también estoy enredando. Un saludo
Estupenda entrada, como siempre, Gonzalo.
Hola Gonzalo!!!!!
Muchas gracias por sumarte a "Tu Blog en mi Blog".
Aportes como el tuyo enriquecen la publicación.
Saludos y seguimos en contacto.
Cristina
¡Hola Gonzalo!
Es un post muy interesante el que hoy expones, sobre un acontecimiento que debió de significar mucho para los alemanes de uno y otro lado, así como para el resto de Europa.
Me ha gustado la pintura del artista, en la que te has añadido.
Saludos afectuosos.
PD. El post del escultor Chillida también me gustó, una idea importante la que destaca, de pertenecer a un lugar en el que estamos enraizados y de abrir los brazos al resto de las culturas de todo el mundo.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, Naturalmente, es mucho más enriquecedor si entre todos aprendemos los unos de los otros
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